jueves, 16 de agosto de 2012

Antoine Doinel, un niño parisino quien sufre a su corta edad la angustia de crecer en el abandono y la soledad.  Reprendido en la escuela, no deseado en la casa, su madre tiene una aventura y no ve la hora de liberarse de la carga de su hijo.  Finalmente escapa de la correccional y sin rumbo llega al mar, horizonte incierto pero libre, simboliza la gran incertidumbre que produce una vida sin nada a que apegarse.
La familia, la escuela y el estado juegan un papel importante no solo en el film sino en la vida en sociedad en general, en el film todas estas instituciones eluden la responsabilidad de educar, en el film Trauffaut deja en evidencia el sistema, la educación y la falta de esperanza.  Un final abierto simplemente demuestra que la vida continúa.

Ladri Di Biciclette

 Ladri di biciclette (Ladrón de bicicletas)
Vittorio de Sica, 1948

En Europa se vive las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.  Italia sumida en la miseria debido a la destrucción y la falta de empleo es reflejada en Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani) quien centra toda su esperanza en un empleo de repartidor de carteles para poder sostener su hogar, la única condición para obtenerlo es poseer una bicicleta.  Para su desgracia le es robada la suya.  Desesperado empieza a buscarla, encuentra al ladrón pero sin pruebas no puede hacer nada.  Su hijo lo acompaña y es testigo de la transformación de su padre al llegar al punto de robar otra bicicleta y ser atrapado en el acto.  Por el llanto del hijo es dejado en libertad.  Sin bicicleta y sin ilusión vuelven juntos los dos a su hogar.

El film retrata la realidad de Italia de posguerra, una historia particular refleja la situación general del momento, desempleo, miseria, frustración.